¡¡¡Bienvenido/a!!!

Una parte de este blog será para mostrarte mis intereses, mis sentimientos, mis recuerdos, algo de mi vida; otra para recibirte. Bueno, una tercera, será para ayuda en mi trabajo.

En mi infancia, cuando alguien llegaba a casa se ofrecía una silla. Si era verano y se estaba al "fresco" en la calle, también se sacaba rápidamente una silla, en señal de bienvenida.

Espero que te sea grato algún momento en este blog o te sea útil.

¡Gracias a todos los autores!

ACTUAL

Toda la tierra que tengo la llevo en los zapatos.
Miriam Reyes

sábado, 22 de enero de 2011

FÁBULA DE ARACNE



La fábula de Aracne (Las hilanderas) Diego Velázquez, 1.657 Museo del Prado

En la mitología grecorromana, Aracne (en griego antiguo ἀράχνη, ‘araña’) fue una gran tejedora mortal que alardeó de ser más habilidosa que Minerva, la equivalente romana de Palas Atenea, diosa de la artesanía. La diosa ofendida organizó un concurso entre la dos pero, según Ovidio, no pudo superar a Aracne. Además, el tema elegido por Aracne, los amores de los dioses, fue ofensivo, lo que hizo que Minerva la transformase en una araña.

Aracne era la hija de Idmón de Colofón, un tintorero que teñía la lana de púrpura de Tiro. Era famosa en Hipepa (Lidia), donde tenía su taller, por su gran habilidad para el tejido y el bordado.

Las alabanzas que recibía se le terminaron subiendo a la cabeza y terminó tan engreída de su presteza como tejedora que empezó a afirmar que sus habilidades eran superiores a las de Minerva,la diosa de la sabiduría y la guerra además de la artesanía. La diosa se enfadó, pero dio a Aracné una oportunidad de redimirse. Adoptando la forma de una anciana, advirtió a Aracne que no ofendiera a los dioses. La joven se burló y deseó un concurso de tejido, donde pudiera demostrar su superioridad. Minerva se quitó el disfraz y el concurso comenzó.
Minerva tejió la escena de su victoria sobre Neptuno, que inspiró a los ciudadanos de Atenas a bautizar la ciudad en su honor. Según el relato latino de Ovidio, el tapiz de Aracné representaba veintidós episodios de infidelidades de los dioses, disfrazados de animales: Júpiter siendo infiel con Leda, con Europa, con Dánae, etcétera.
Incluso Minerva admitió que la obra de Aracne era perfecta, pero se enfadó mucho por la irrespetuosa elección del motivo. Perdiendo finalmente los estribos, destruyó el tapiz y el telar de Aracne, golpeándolos con su lanzadera, y también a la joven en la cabeza. Aracne advirtió su insensatez y quedó embargada por la vergüenza. Huyó y se ahorcó.

En el relato de Ovidio, Minerva se apiadó de Aracne. Rociándola con jugo de acónito, aflojó la soga, que se convirtió en una telaraña, transformándose la propia Aracne en una araña. La historia sugiere que el origen del arte de tejer es una imitación de las arañas y que se consideraba que fue perfeccionado primero en Asia Menor.

La historia de Aracne inspiró uno de los cuadros más interesantes de Velázquez: La fábula de Aracné, popularmente conocido como Las hilanderas, en las que el pintor representa dos de los momentos importantes del mito. Al frente, el concurso de Aracne y la diosa (las tejedoras joven y vieja), y al fondo un Rapto de Europa que es un copia de la versión de Tiziano (o quizá de la copia de ésta hecha por Rubens). Frente a éste aparece Atenea en el momento en que castiga a Aracné. Se transforma el mito en una reflexión sobre la creación y la imitación, el dios y el hombre, el maestro y el pupilo (y así sobre la naturaleza del arte).

No hay comentarios: